La BIOTECNOLOGIA AZUL, también conocida como biotecnología marina, es la gran desconocida de nuestro entorno, utiliza organismos marinos y procesos biológicos para desarrollar soluciones sostenibles en áreas como la acuicultura, la biomedicina y la energía.
Por ejemplo, se emplea en la cría de peces y mariscos para mejorar la seguridad alimentaria, en la investigación de medicamentos basados en compuestos marinos.
Su objetivo es aprovechar los recursos del océano de manera responsable, contribuyendo al desarrollo económico y a la conservación marina.
Acuicultura: Mejora de técnicas de cultivo de organismos marinos como peces, crustáceos y moluscos para aumentar la producción de alimentos marinos de manera sostenible.
Biodiversidad y conservación: Estudio de la diversidad biológica en los océanos y el desarrollo de estrategias para conservar y proteger especies marinas en peligro de extinción (líquenes como biosensores).
Biotecnología alimentaria: Desarrollo de alimentos funcionales a partir de microorganismos marinos, algas y otros recursos marinos para mejorar la nutrición humana.
Bioprocesamiento y bioenergía: Utilización de microorganismos marinos para la producción de biocombustibles, como el biodiesel, y para el tratamiento de aguas residuales y la remediación ambiental.
Farmacéutica y cosmética: Descubrimiento y desarrollo de compuestos bioactivos a partir de organismos marinos para la producción de medicamentos, cosméticos y productos de cuidado personal.
Biotecnología ambiental: Aplicación de microorganismos marinos en la biorremediación de contaminantes en suelos y aguas costeras, así como en la monitorización y gestión de la calidad del agua.
Materiales biomiméticos: Utilización de materiales y estructuras inspirados en organismos marinos para el diseño de nuevos materiales con propiedades únicas, como adhesivos marinos, fibras, nuevos materiales para ropas, envases y recubrimientos con propiedades específicas.